lunes, 11 de julio de 2011

LA COMPLICIDAD SILENCIOSA, LA COMPLICIDAD A VOCES


Hace una semana exactamente nos sacudiamos con una verdad mas entre tantas, con la diferencia de la presencia de los medios por el personaje involucrado... y digo personaje con el pleno conocimiento de su implicancia, ya que desde hace tiempo los que conocemos a este señor sabemos que dista mucho de serlo, de ser persona, para ser una caricatura, un personaje de siniestros hilos que se mueven en esferas barriales primero, luego deportivas e incluso politicas. Esa verdad entre tantas verdades es la del maltrato de genero, la violencia ejercida como una costumbre ancestralmente arraigada en Paraguay desde la epoca de la conquista cuando las mujeres eran sometidas por la fuerza de los puños o la espada y que impregno al parecer la impronta genetica de hombres y de mujeres: de hombres por la violencia, por el hecho de ejercer fuerza y presion para someter al sexo opuesto a voluntades sexuales, conductuales e incluso psicologicas, y de mujeres por someterse silenciosamente a ser denigradas, maltratadas, anuladas.

En la catarata de hechos que se precipitaron desde las ultimas horas del domingo anterior hasta el mismo dia de hoy, todos hemos asistido como publico involuntario a la exposicion de las miserias humanas en su expresion mas baja: la muerte fisica violenta bajo dos balas certeras, la primera de seguro, la segunda de remate como para que no hubieran dudas de la intencion del asesino, la muerte familiar al desgarrarse ya visiblemente el corrupto tejido de una familia necrosada por hechos, voluntades, silencios y mezquindades, la muerte moral de una mujer a manos de su propio marido y compañero de mas de dos decadas y ahora de sus hijos, los que hablaron al menos a la prensa, diciendo mas con lo que no decian que con lo que daban a entender con sus palabras, todas teñidas del sin sentido que solo da la visible falta de amor y valores en un hogar que ya ha llegado (o no?) al corolario de su destruccion.

Sin tomar partido en este comentario por ninguna parte, pese a que me siento personalmente tentado a hacerlo, de un lado tenemos un hecho concreto e ineludible: una persona muerta de dos balazos en la cabeza, cuyo cuerpo fue abandonado en un lugar privado de alto contenido mediatico, que no puede defenderse mas que con el silencio que le da la "paz de los sepulcros" que por lo que veo no tendra por un largo tiempo. Por el otro lado, una persona privada de su libertad despues de haber huido y haberse entregado, que no deja de asumir un papel triste de payaso bravucon de graderia, el mismo papel que no dejo de asumir nunca, ni siquiera cuando se trepo a la dirigencia deportiva de la mano de inconscientes que solo buscaron populismo a cualquier precio... (y que precio...!!!). Y en el medio, una familia que se defiende como puede y lo esta haciendo mal: que sale arreada del cuello de un padre que busca por todos los medios el apoyo de quienes no deberian darselo, y hablo de la gente de su mismo club a quien arrastro al camino del no retorno con sus acciones, de su barra brava que en vez de unirse por amor a una gloriosa casaca se puede ver envuelta de manera obligada a unirse en complicidad para encubrir un crimen, y por sobre todo de sus hijos, a quienes del cuello se aferra clamando un amor que entre cuatro paredes sera cuestionado pero que a la opinion publica y con los argumentos que esgrimen sus hijas, es poco menos que cuestionable, quizas deplorable y por sobre todo, triste y patetico a la luz de los acontecimientos.

Este caso es un signo de alerta mas a la sociedad: un grito de las mujeres maltratadas, un llamado a despertar del silencio complice de victimas y testigos, un tiron fuerte de orejas a los mecanismos estatales y privados de proteccion, una prueba (mas) a la justicia en la busqueda de la parcialidad y el castigo justo a los delincuentes, y por sobre todo, una muestra mas de la podredumbre en la que se ve sumida la familia, otrora celula fundamental de la sociedad, hoy dividida, enferma y en algunos casos ya difunta en las manos del desamor, de la falta de respeto y de la corrupcion de valores a la que la hemos reducido.

Justicia para los muertos. Justicia para los vivos. Justicia para la sociedad.

...perdon si molesto...

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